Ilustración de "Matilda" de Roald Dahl, por Quentin Blake |
Cuando me pregunto cómo se consigue entonces que una persona desarrolle desde su infancia la afición por la lectura, pienso que seguramente es más fácil de lo que parece, basta con poner buenos libros a su alcance. Y es que no hay nada como un mal libro para que un niño identifique leer con algo aburrido. Y el problema es que esta asociación es muy probable que sea de por vida. Teniendo en cuenta que para un niño leer, sobre todo al principio, requiere un esfuerzo por su parte, lo mínimo que se le puede pedir a un libro es que la historia le atrape, que compense el esfuerzo trasladándole a otro mundo, que le divierta, que haga que su imaginación se abra y se desarrolle sin darse cuenta.
Roald Dahl |
De esa época, en la que descubrí que podía pasarme horas viviendo aventuras y conociendo personajes sin moverme del sofá, y que el aburrimiento no existe si tienes un buen libro cerca, recuerdo con especial cariño, entre otros, los libros de este señor de la foto, que me hicieron disfrutar muchísimo.
Están escritos de una forma que ya entonces me fascinaba, diferente de la de otros libros dirigidos al público infantil. A la esa edad (unos ocho años) no habría sabido decir por qué me gustaban tantísimo y me parecían tan distintos. Hoy, me doy cuenta de que están cargados de acción, de humor negro, de cosas grotescas que provocan carcajadas, de adultos crueles y conspiraciones contra ellos, de ironía, sentido del humor y de imaginación. Todo desde el punto de vista de un niño. Sin almibarar, sin aleccionar, y sobre todo, sin que se note que son “para niños” (de hecho a mí aún me gusta releerlos de vez en cuando).
Por cierto, las ilustraciones de los libros de Roal Dahl son de Quentin Blake. Sobre todo las del libro de "las Brujas" producían en mí una mezcla de atracción y miedo que me atrapaba por completo.
He descubierto que además de haber escrito tres de mis libros favoritos de cuando era pequeña (“las brujas”, “Matilda” y “Charlie y la fábrica de chocolate”) también escribió “los gremlins” (que después se llevó a la gran pantalla) y el guión de “Chitty Chitiy Bang Bang”, dos de las películas que marcaron la infancia de tantos niños de mi generación.
Además, escribió también cuentos para adultos, entre otros “el hombre del Sur”, que fue adaptado por Tarantino en la película “Four Rooms” y el guión de una de las películas de James Bond (“Sólo se vive dos veces”).
Están escritos de una forma que ya entonces me fascinaba, diferente de la de otros libros dirigidos al público infantil. A la esa edad (unos ocho años) no habría sabido decir por qué me gustaban tantísimo y me parecían tan distintos. Hoy, me doy cuenta de que están cargados de acción, de humor negro, de cosas grotescas que provocan carcajadas, de adultos crueles y conspiraciones contra ellos, de ironía, sentido del humor y de imaginación. Todo desde el punto de vista de un niño. Sin almibarar, sin aleccionar, y sobre todo, sin que se note que son “para niños” (de hecho a mí aún me gusta releerlos de vez en cuando).
Por cierto, las ilustraciones de los libros de Roal Dahl son de Quentin Blake. Sobre todo las del libro de "las Brujas" producían en mí una mezcla de atracción y miedo que me atrapaba por completo.
Ilustración de "Las brujas" de Roald Dahl por Quentin Blake |
Además, escribió también cuentos para adultos, entre otros “el hombre del Sur”, que fue adaptado por Tarantino en la película “Four Rooms” y el guión de una de las películas de James Bond (“Sólo se vive dos veces”).
Algunas reflexiones de Roald Dahl sobre sus libros para niños:
“Si quieres recordar cómo se vive en el mundo de un niño, tienes que ponerte a cuatro patas y vivir así durante una semana. Descubrirás que tienes que mirar hacia arriba a esos gigantes que te rodean y que están siempre diciéndote lo que tienes o no tienes que hacer.”
“Sólo escribo acerca de lo que es divertido o excitante. Los niños saben que estoy de su parte.”
“Observa con ojos brillantes al mundo que te rodea porque los secretos más grandes están siempre escondidos en los sitios más insospechados. Aquellos que no creen en la magia nunca la encontrarán.”
“La llave del éxito consiste en conspirar con los niños contra los adultos. Puede ser una fórmula simplista, pero funciona. Los padres y los maestros son el enemigo.”
“Si quieres recordar cómo se vive en el mundo de un niño, tienes que ponerte a cuatro patas y vivir así durante una semana. Descubrirás que tienes que mirar hacia arriba a esos gigantes que te rodean y que están siempre diciéndote lo que tienes o no tienes que hacer.”
“Sólo escribo acerca de lo que es divertido o excitante. Los niños saben que estoy de su parte.”
“Observa con ojos brillantes al mundo que te rodea porque los secretos más grandes están siempre escondidos en los sitios más insospechados. Aquellos que no creen en la magia nunca la encontrarán.”
“La llave del éxito consiste en conspirar con los niños contra los adultos. Puede ser una fórmula simplista, pero funciona. Los padres y los maestros son el enemigo.”